Posiblemente la Puerta de Alcalá sea el monumento más simbólico de Madrid, ya que sus formas y su historia son muy representativas de la ciudad.
La Puerta de Alcalá se erigió en el año 1778 por encargo directo del rey Carlos III, quién directamente eligió como arquitecto al italiano, afincado en España, Francesco Sabatini. La puerta había de sustituir otra anterior, y había de ser un monumento de su época que ejemplificará en sí mismo el desarrollo que por entonces estaba teniendo lugar en Madrid.
Para ello se eligió un modelo de puerta basado en los arcos de triunfo de la arquitectura del Imperio Romano. Algo que posteriormente se imitó en otras ciudades europeas como Berlín o París. Se trataba de crear una entrada monumental a la villa y corte que sirviera como primer contacto para los viajeros que llegaban desde el noroeste de la península y desde Francia.
De hecho, si se comparan sus dos fachadas, se puede comprobar que es más monumental la que daría la bienvenida a los recién llegados.
Se eligió el estilo neoclásico para esta construcción realizada toda ella en piedra excelentemente labrada. Y el resultado fue una puerta de cinco vanos, de los que los tres centrales tienen forma de arco, y los de los extremos son planos o adintelados. Pero además de sus formas arquitectónicas, también es muy interesante observar las esculturas que realizaron los artistas Francisco Gutiérrez y Roberto Michel para decorarla y dotarla de contenido.
En la parte más alta se ve el escudo real rodeado por dos figuras. Una de ellas es la representación femenina de la Fama, y la otra es un niño que simbolizaría el Genio. Bajo esto hay una gran placa con el nombre en latín del rey, Rege Carolo III, y la fecha en que la hizo construir. Mientras que en la cornisa de los laterales aparecen otras cuatro esculturas en representación de las cuatro Virtudes cardinales, es decir, la Templanza, la Fortaleza, la Justicia y la Prudencia.
Es decir, todo ello es como una declaración de principios que regía el gobierno del rey Carlos III, un monarca propio de la Ilustración.